Estas ideas no son nuevas. Desde
hace mucho hay académicos que insisten en que debemos tener claro los
conocimientos que debemos impartir, las habilidades que adquirirán los alumnos
y qué actitudes se van a fomentar en el salón de clase y fuera de él. (Y a
veces se pide saber qué tanto va a poderse transferir todo esto a otros
ámbitos.)
Todo eso ha estado presente en la filosofía
desde sus inicios, insistiendo en que se adquieran recursos, competencias o
habilidades (o como le queramos llamar), para poder manejar nuestra vida, para
poder tener una vida buena, incluyendo la exploración de cuál sea una vida
buena para cada uno de nosotros. Eso no nos es ajeno a los filósofos; y si
alguien nos dice que hay que cambiar la educación en México y tener competencias,
es decir, no mero conocimientos sino también actitudes y habilidades, los
filósofos celebramos que por fin se reconozca lo que hemos tratado de hacer
durante dos milenios y medio y ofrecemos nuestra ayuda para que no regresemos a
una educación meramente memorística, que es tan frustrante para los maestros y
para los alumnos.
¿Cuál es la educación mínima que un mexicano debe tener cuando sale de un bachillerato? No es trivial responder a esto porque tenemos cuatro millones de estudiantes y varias docenas de subsistemas (algunos con diversas modalidades). (Ver esquema de la SEP sobre los subsistemas de la EMS en México.) Afortunadamente, la SEP no busca imponer un mismo sistema para 4 millones de alumnos. Se busca variedad, pero con algunos resultados mínimos para todos.
Entonces, la Reforma no trata (al menos
explícitamente) de eliminar a la filosofía en la EMS. Y hay que aprovecharse de
ello, pues lo que no se prohíbe se permite. Sí se trata de que los aprendizajes
tengan un sentido real para la vida de los estudiantes. En mi opinión, si mi
clase de filosofía no tiene significado para la vida real de mis estudiantes
estoy enseñándola mal. No sé qué les estoy enseñando en Doctrinas Filosóficas,
Ética o Lógica, pero no es filosofía.
La filosofía cambia la vida.
Si no estoy ayudando a mis estudiantes con
aprendizajes pertinentes, entonces tal vez debería desaparecer mi curso. No la
materia de filosofía, sino lo que yo estoy dando con el pretexto de dar
filosofía.
No es que se busque sólo conocimientos
directamente relacionados con la vida práctica, sino ofrecer, como dice la SEP,
“una cultura científica y humanista”. Tomémosles la palabra, pues habrá quienes
quieran usar esta reforma como excusa para eliminar la educación humanística y
ciertamente puede ser (mal) usada con ese fin. Será nuestra culpa si dejamos
que la usen así, que el ideal de una persona con una formación redondeada se
vuelva sinónimo de una persona sin humanidades. Si nosotros dejamos que así se
vea, será en parte nuestra culpa que se vea así.
–Desenvolverse satisfactoriamente en contextos plurales
–Hacer frente al cada vez más amplio universo de información a su disposición
–Mantener una actitud crítica ante el mundo que los rodea
–Desarrollar soluciones a problemas complejos
–Actuar de manera reflexiva y responsable
–Actualizarse de manera continua
Al proponer enfrentar estas
exigencias, la SEP está implícitamente diciendo “Sería útil enseñar filosofía
en la EMS”. Tal vez no haya plena conciencia de ello, lo cual no sería raro. Se
cuenta que un griego inquirió de un filósofo: “veo a los filósofos yendo a las casas de los
ricos pero no veo a los ricos yendo a la casa de los filósofos”. A lo cual el
filósofo le explicó: “Claro; los ricos no saben lo que necesitan y los
filósofos sí”.
Mucha gente necesita filosofía y no lo sabe
porque nunca la estudió o, peor todavía, porque la estudió. A veces vacunamos a
los alumnos en contra de la filosofía... El desconocimiento puede ser nuestra
culpa porque no la hemos enseñado, o porque la hemos enseñado mal. Pero sigue
la gente buscando lo que la filosofía le podría dar, aunque ya no le llame
filosofía ni sepa que está buscando la filosofía. Y cuando las personas no
saben que necesitan filosofía a veces
tenemos que ir a la casa de ellos para ayudarlos a cubrir necesidades que ellos
no han identificado claramente.
En un documento del 28 de abril de 2008, Estrategia de Instrumentación de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, el Dr. Miguel Székely Pardo, Subsecretario de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública, propuso como meta que el 100% de los egresados de la EMS tengan un certificado del Sistema Nacional de Bachillerato para 2012. Esto empieza en 2009 (o 2008 si la institución está lista). De agosto de 2008 a abril de 2010 las instituciones deben hacer una gran cantidad de ajustes. Sobre las competencias genéricas se trabajó de agosto a noviembre de 2007, y sobre las disciplinares de abril a junio de 2008.
En enero salió el documento “Competencias Genéricas y el Perfil del Egresado de la Educación Media Superior” que menciona once competencias genéricas que pueden ser exigidas en todos los campos. Toda persona educada en México a nivel medio superior, debe probar que posee estas competencias. Para desarrollar esas competencias y que los alumnos puedan exhibirlas, la filosofía es un aliado natural. Es claro que una buena enseñanza de la Filosofía contribuye a las once, y especialmente la 1 (el alumno se conoce), 4 (se comunica) y la 6 (evalúa). Para mayor abundancia:
COMPETENCIAS GENÉRICAS PARA LA EDUCACIÓN MEDIA
SUPERIOR DE MÉXICO
1.
Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los
objetivos que persigue.
§ Enfrenta las
dificultades que se le presentan y es consciente de sus valores, fortalezas y
debilidades.
§ Identifica sus
emociones, las maneja de manera constructiva y reconoce la necesidad de
solicitar apoyo ante una situación que lo rebase.
§ Elige alternativas
y cursos de acción con base en criterios sustentados y en el marco de un
proyecto de vida.
§ Analiza
críticamente los factores que influyen en su toma de decisiones.
§ Asume las
consecuencias de sus comportamientos y decisiones. [...]
4.
Escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos
mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiados.
§ Expresa ideas y
conceptos mediante representaciones lingüísticas, matemáticas o gráficas.
§ Aplica distintas
estrategias comunicativas según quienes sean sus interlocutores, el contexto en
el que se encuentra y los objetivos que persigue.
§ Identifica las
ideas clave en un texto o discurso oral e infiere conclusiones a partir de
ellas. [...]
6.
Sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general,
considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva.
§ Elige las
fuentes de información más relevantes para un propósito específico y discrimina
entre ellas de acuerdo a su relevancia y confiabilidad.
§ Evalúa
argumentos y opiniones e identifica prejuicios y falacias.
§ Reconoce los
propios prejuicios, modifica sus puntos de vista al conocer nuevas evidencias,
e integra nuevos conocimientos y perspectivas al acervo con el que cuenta.
§ Estructura ideas
y argumentos de manera clara, coherente y sintética. [...]
¡Esto es un retrato hablado de la filosofía! Y si alguien no lo nota, es que no hemos hecho suficiente difusión sobre lo que la filosofía puede ofrecer.
También tenemos competencias disciplinarias, descritas en Competencias Disciplinares Básicas del Sistema Nacional de Bachillerato de abril de 2008. Caen básicamente en cuatro rubros: Matemáticas, Ciencias Experimentales, Ciencias Sociales y Comunicación.
Sobre el primer rubro, leemos que
“Las competencias disciplinares de matemáticas buscan propiciar el desarrollo de la creatividad, el pensamiento lógico y crítico entre los estudiantes. Un estudiante que cuente con las competencias disciplinares de matemáticas puede argumentar y estructurar mejor sus ideas y razonamientos.” [Mi énfasis.]
Lo interesante es que si reemplazamos “matemáticas” con “filosofía”, obtenemos
“Las competencias disciplinares de filosofía buscan propiciar el desarrollo de la creatividad, el pensamiento lógico y crítico entre los estudiantes. Un estudiante que cuente con las competencias disciplinares de filosofía puede argumentar y estructurar mejor sus ideas y razonamientos.” [Mi énfasis.]
¿Cuál es el párrafo más natural? ¿Por qué no aprovechar que la filosofía ha desarrollado durante miles de años las técnicas más sofisticadas y poderosas para lograr desarrollar esas competencias? Tenemos una tarea incompleta. No hemos educado a nuestros educadores.
Sobre el rubro de Ciencias Experimentales leemos que el egresado, entre otras cosas,
Es importante ver la necesidad de juicios sofisticados de valor, normalmente localizados en el discurso filosófico, como meta de los estudios de ciencias experimentales. Extrañamente, en el rubro de Ciencias Sociales, donde esperaríamos más elementos filosóficos, es donde menos se mencionan. Apenas encontramos que idealmente el egresado
Finalmente, en el rubro de Comunicación leemos que
La SEP propone un marco curricular
común (MCC) y cada uno de los 25 subsistemas decidirán sus propios ajustes.
Cada subsistema trabajará en sus planes y programas de estudio. A nivel de cada
plantel verán detalles específicos como el empleo de laboratorios, y los
maestros tomar ciertas decisiones a nivel del aula.
Tenemos varias posibles tareas y oportunidades.
Primero, ver hasta qué punto podemos ayudar a que cuando la propuesta del
Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) hable de la filosofía lo haga explícitamente y
no solo implícitamente; por ejemplo, en el campo disciplinar básico de
Comunicación. Nada está
escrito en mármol. En los documentos de septiembre aparecen siete competencias
genéricas; en enero son once. Las disciplinarias básicas en septiembre eran
ocho; en abril son cuatro. Todavía hay cierto grado de fluidez y maleabilidad y
tenemos tanto el derecho como el deber de proponer mejoras.
Pero hay que mostrar de manera clara que la
Reforma está propugnando implícitamente, por una expansión de la enseñanza de
la filosofía. Se está proponiendo que haya más filosofía en el bachillerato
pero debe ser entendido explícitamente. Si no, se tratará de obtener los
efectos de una enseñanza mediante el estudio de disciplinas que también pueden
ayudar, pero no son tan idóneas.
Tenemos que auxiliar al nivel de los subsistemas
para que explícitamente mencionen a la
filosofía cuando hablen de Competencias Genéricas y de Competencias Disciplinares
Extendidas. Ahí es donde la
enseñanza de la filosofía puede apoyar la consecución de las metas de la
Reforma. Hay que mostrar que la filosofía ayuda a cumplir esos objetivos, que
ayuda a solucionar el reto de preparar a los alumnos con estos lineamientos. La
filosofía es un aliado que puede facilitar la labor educativa en el
bachillerato. Los filósofos no necesitar ir a pedir más cursos de filosofía y
que no se eliminen esas materias. Pero es nuestro deber colaborar a los fines
de la Reforma que son parte de los objetivos naturales de la enseñanza de la
filosofía. Debemos facilitar el uso de las asignaturas que en muchos subsistemas
ya tienen, para que no se desperdicien esos cursos que está tratando de lograr
lo que el SNB está tratando de lograr.
No vamos a hablar mal de ninguna otra
asignatura, pero tenemos que hablar bien de nosotros. Tenemos la obligación de
ofrecer las ventajas de la enseñanza de la filosofía para la EMS.
El perfil del docente será un elemento crítico.
El docente tiene que ser capaz de proveer de todas estas cosas que la
instrucción filosófica ofrece de manera natural. Idealmente, los docentes deben
estar preparados formalmente en filosofía y estar preparados bien. El
perfil del docente debe tomar explícitamente en cuenta si los candidatos han
concluido estudios formales de Filosofía pues es de desearse que sean profesionistas en
filosofía quienes enseñen filosofía. Un ingeniero puede enseñar a veces
medicina, pero en principio deben ser personas profesionalmente entrenadas
quienes difundan los conocimientos de cada disciplina.
Desgraciadamente, en México todavía no hay
suficientes licenciados y posgraduados en filosofía para las necesidades reales
de la población. Y los que tenemos a menudo requieren apoyo en actualización y
especialización didáctica. Por ello el perfil del docente no puede exigir la
profesionalización de los profesores de filosofía, pero debe dar preferencia a
los estudios formales en filosofía, incluyendo los cursos de actualización
sobre la materia, o los estudios en carreras afines.
Los
profesores de filosofía bien entrenados formalmente en esa disciplina son los
mejores aliados para ayudar a los subsistemas a conseguir las metas propuestas
por la Reforma Integral del bachillerato que incluyen educar gente para la cual
la filosofía tenga un significado en su vida práctica.