Simon Armitage | |
MAN WITH A GOLF BALL HEART They set about him with a knife and fork, I heard, and spooned it out. Dunlop, dimpled, perfectly hard. It bounced on stone but not on softer ground ---they made a note of that. They slit the skin --- a leathery, rubbery, eyelid thing --- and further in, three miles of gut or string, elastic. Inside that, a pouch or sac of pearl-white balm or gloss, like Copydex. It weighed in at the low end of the litmus test but wouldn´t burn, and tasted bitter, bad resin perhaps from a tree or plant. And it gave off gas that caused them all to weep when they inspected it. That heart had been an apple once, they reckoned. Green. They had a scheme to plant an apple there again beginning with a pip, but he rejected it. |
HOMBRE CON CORAZÓN DE PELOTA DE GOLF Se le fueron encima con tenedor y cuchillo, me contaron, y se lo extirparon con una cuchara: Dunlop, cacarizo, totalmente duro. Rebotaba en la piedra pero no en un suelo blando. Tomaron nota de eso. Rebanaron la piel (algo como de cuero, o de hule, de párpado) y se adentraron; tres millas de tripa o cuerda, elástica. Y dentro una bolsa o un saco lleno de bálsamo o esmalte, como Copydex. Marcaba el registro más bajo del papel tornasol pero no se quemaba, y sabía amargo, feo; a resina quizás, de un árbol o una planta. Y despedía un gas que los hizo llorar a todos cuando lo inspeccionaban. Ese corazón fue alguna vez una manzana, concluyeron. Verde. Y tenían la intención de plantar otra manzana en ese sitio, empezando por la semilla. Pero él se negó. |
Sujata Bhatt | |
THE STARE There is that moment when the young human child stares at the young monkey child who stares back – Innocence facing innocence in a space where the young monkey child is not in captivity. There is purity clarity there is a transparence in this stare which last a long time… eyes o water eyes of sky the soul can still fall through because the monkey has yet to learn fear and the human has yet to learn fear – let alone arrogance. Witnessing it all one can count eyelashes one can count the snails in the grass while waiting for eyes to blink waiting to see who will look away first. Still the monkey looks at the human not in the same way he would look at leaves or at his own siblings. And the human looks at the monkey knowing this is some totally other being. And yet, there is such good will such curiosity brightening their faces. I would like to slip inside that stare, to know what the human child thinks what the monkey child thinks at that very moment. Remember, the human child is at that age when he begins to use words with power but without the distance of alphabets, of abstractions. Mention bread and he wants a slice, buttered and with honey – immediately. Mention the cat and he runs over to awaken her. The word is the thing itself. Language is simply a necessary music suddenly connected to the child’s own heartbeat. While the young monkey child grows at a different rate, looks at a tree. A bush, at the human child and thinks… Who knows what? What remains burning is that moment of staring: the two newly formed heads balanced on fragile necks tilting toward each other, the monkey face and the human face absorbing each other with intense gentleness…. |
LA MIRADA Hay ese momento en que el niño humano mira al niño mono quien también lo mira: Inocencia frente a inocencia en un espacio en el que el niño mono no está en cautiverio. Hay pureza claridad hay una transparencia en esa mirada que dura mucho tiempo… ojos de agua ojos de cielo el alma puede todavía caer allí porque el mono todavía tiene que aprender el miedo y el humano todavía tiene que aprender el miedo --sin mencionar la arrogancia. Al ver todo eso uno puede contar las pestañas uno puede contar los caracoles en el pasto mientras está esperando que los ojos parpadeen esperando ver quién desviará la vista primero. Con todo, el mono no observa al humano de la misma manera en que vería las hojas o a sus propios hermanos. Y el humano observa al mono sabiendo que éste es por entero otro ser. Y sin embargo, es tal la buena voluntad tal la curiosidad que ilumina sus rostros. Me gustaría deslizarme dentro de esa mirada, para saber qué piensa el niño humano qué piensa el niño mono en ese preciso momento. Recuerden, el niño humano Está en esa edad en que comienza a usar palabras con poder pero sin la distancia de los alfabetos, de las abstracciones. Mencionen pan y él quiere una rebanada, con mantequilla y miel - en ese instante. Mencionen a la gata y él corre a despertarla. La palabra es la cosa misma. El lenguaje es simplemente una música necesaria conectada de pronto con los propios latidos del niño. Mientras que el pequeño niño mono crece a un ritmo diferente, observa un árbol, un matorral, al niño humano y piensa… ¿Quién sabe lo que piensa? Lo que sigue encendido es ese momento de la mirada: las dos cabezas a poco formadas titubeantes en frágiles cuellos inclinadas una hacia la otra, el rostro de mono y el rostro humano mutuamente absorbiéndose con una intensa delicadeza…. |
John Burnside | |
LIBERTAD Once, on a wooded hill above Segovia, we pulled in under some pine trees, out of the sun, and walked for miles along a sandy road. The rye-grass was spotted with bullets – a strange red fruit – and, halfway in, I found what remained of a doe, the mossed head buried in slit and a tinder of needles. I still recall how quietly we stared, bewildered and fixed by sudden tug of compassion -- not for the slaughtered deer, but for ourselves: the keys in my pocket, our passports, your printed scarf; the awkwardness of wanting to go on. |
LIBERTAD * Una vez, en una colina boscosa arriba de Segovia, nos estacionamos bajo unos pinos, al abrigo del sol, y caminamos varias millas por un camino arenoso. El campo de centeno estaba salpicado de balas --- extraños frutos rojos – y, a medio camino, encontré los restos de una cierva, la cabeza musgosa enterrada en el légamo y una yesca de agujas. Todavía recuerdo cuán callados mirábamos, sorprendidos e inmovilizados por un súbito arranque de compasión --- no por el ciervo asesinado, sino por nosotros: las llaves en mi bolsillo, nuestros pasaportes, tu mascada estampada; la extrañeza de querer seguir. * En español original
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Michael Donaghy | |
THE TUNING If anyone asks you how I died, say this: The angel of death came in the form of a moth And landed on the lute I was repairing. I close up shop And left the village on the quietest night of summer, The summer of my thirtieth tear, And went with her up through the thorn forest. Tell them I hear yarrow stalks snapping beneath my feet And hear a dog bark far off, far off. That’s all I saw or heard, Apart from the angel at ankle level leading me, Until we got above the treeline and I turned To look for the last time on the lights of home. That’s when she started singing. It’s written that the voice of the god of Israel Was the voice of many waters. But this was the sound of trees growing. The noise of a pond thrown into a stone. When I turned from the lights below to watch her sing. I found the angel changed from moth to woman, Singing inhuman intervals through her human throat, The notes at impossible angels justified. If you understand, friend, explain to them So they pray for me. How could I go back? How could I bear to hear the heart’s old triads – Clatter of hooves, the closed gate clanging, A match scratched toward a pipe – How could I bear to hear my children cry? I found a rock that had the kind of heft We weight the world against And brought it down fast against my forehead Again, again, until blood drenched my chest And I was safe and real forever. |
LA AFINACIÓN Si alguien te pregunta por mi muerte, di esto: el ángel de la muerte en forma de falena vino y se posó en el laúd que reparaba. Cerré el taller y dejé el pueblo la noche más quieta del verano en el verano de mis treinta años; me fui con ella por el bosque de espinos. Di que escuché crujir bajo mis plantas las milenramas y oí ladrar a un perro, lejos, lejos. Es todo lo que vi o escuché, fuera del ángel que entre mis tobillos indicaba el camino, hasta alcanzar el límite del bosque, y yo me volví a mirar por última vez la luz de casa. Fue entonces cuando comenzó ella a cantar. Está escrito que la voz del dios de Israel era la voz de muchas aguas. Pero éste era el sonido de los árboles al crecer, el ruido de un estanque arrojado a una piedra. Cuando dejé las luces para verla cantar, ya el ángel se había transformado de falena en mujer, y con su garganta humana entonaba inhumanos intervalos, en imposibles ángulos las notas ajustadas. Si entiendes lo que digo, amigo, explícaselo para que recen por mí. ¿Cómo podría yo volver? ¿Cómo podría ahora soportar oír las viejas triadas del corazón: el martilleo de pezuñas, el golpetear de la puerta cerrada, el cerillo restregado hacia la pipa? ¿Cómo podría yo soportar oír llorar a mis hijos? Hallé una roca que tenía de peso con el que comparamos al mundo y la hice chocar con fuerza contra mi frente una vez, y otra vez, hasta que la sangre me empapó el pecho, y yo estaba a salvo y era real para siempre. |
Carol Ann Duffy | |
THE DOLPHINS World is what you swim in, or dance, it is simple. We are in our element but we are not free. Outside this world you cannot breathe for long. The other has my shape. The other’s movement forms my thoughts. And also mine. There is a man and there are hoops. There is a constant flowing guilt. We have found no truth in these waters, no explanations tremble on our flesh. We were blessed and now we are not blessed. After travelling such space for days we began to translate. It was the same space. It is the same space always and above it is the man. And now we are no longer blessed, for the world will not deepen to dream in. the others knows and out of love reflects me for myself. We see our silver skin flash by like memory of somewhere else. There is coloured ball we have to balance till the man has disappeared. The moon has disappeared. We circle well-worn grooves of water on a single note. Music of loss forever from the other’s heart which turns my own to stone. There is a plastic toy. There is no hope. We sink to the limits of his pool until the whistle blows. There is a man and our mind knows we will die here. |
LOS DELFINES Mundo es donde se nada, o baila, así de simple. Estamos en nuestro elemento pero no somos libres. Fuera de este mundo no puedes respirar por mucho tiempo. El otro tiene mi forma. Sus movimientos arman mis pensamientos. También los míos. Hay un hombre y hay aros. Y una culpa constante que fluye. Ninguna verdad encontramos n esta agua; no hay explicaciones que tiemblen en nuestra carne. Fuimos benitos y ahora ya no lo somos. Después de viajar en este espacio por días aprendimos a traducir. Era el mismo espacio. Es el mismo espacio siempre y encima de él está el hombre. Y ahora ya no somos benditos, pues el mundo No se hará más profundo para soñar en él. El otro sabe y por amor me refleja como soy. Miramos nuestra piel de plata centellear como el recuerdo de otro sitio. Hay una pelota colorida que hemos de balancear hasta que el hombre haya desaparecido. La luna ha desaparecido. Circulamos por gastados surcos de agua con una misma nota. Música de la pérdida irremediable en el corazón del otro que petrifica el mío. Hay un juguete de plástico. No hay esperanza. Nos hundimos hasta el fondo del estanque hasta que el silbato suena. Hay un hombre y nuestra mente sabe que moriremos aquí. |
Ian Duhig | |
FUNDAMENTALS Brethren, I know that many of you have come here today because your Chief has promised any non-attender that he will stake him out, drive tent-pegs through his anus and sell his wives and children to the Portuguese. As far as possible, I want you to put that from your minds. Today, I want to talk to you about the Christian God. In many respects, our Christian God is not like your God. His name, for example, is not also our word for rain. Neither does it have for us the connotation ‘sexual intercourse’. And although I call Him ‘holy’ (we call Him ‘Him’, not ‘It’, even though we know He is not a man an certainly not a woman) I do not mean, as you do, that He is fat like a healthy cow. Let me make this clear. When I say ‘God is good, God is everywhere’, it is not because He is exceptionally fat. ‘God loves you’ does not mean what warriors do to spear-carriers on campaign. It means He feels for you like your mother or your father – yes I know Chuma loved a son he bought like warriors love spear-carriers on campaign – that’s Sin and it comes later. From today, I want you to remember just three simple things: our God is different from your God, our God is better than your God and my wife doesn’t like it when you watch her go to the toilet. Grasp them and you have grasped the fundamentals of salvation. Baptisms start at sundown but before then, as arranged, how to strip, clean and re-sight a bolt action Martini-Henry. |
FUNDAMENTOS Hermanos, sé que muchos de vosotros habéis venido hoy aquí porque su Jefe prometió que aquel que no viniese sería empalado, le clavaría estacas por el ano y vendería a sus hijos y esposa a los portugueses. Quiero que en lo posible alejéis eso de vuestra mente. Hoy quiero hablaros sobre el Dios cristiano. En muchos aspectos nuestro Dios cristiano no es como vuestro Dios Su nombre, por ejemplo no lo usamos también para la lluvia, tampoco posee para nosotros la connotación de “acto sexual”. Y a pesar de que Lo llamo “sagrado” (le decimos “Él” y no “Eso” aunque sabemos que no es un hombre, y por supuesto tampoco una mujer) no quiero decir; como vosotros, que Él sea gordo como una vaca sana. Quiero dejarlo claro. Cuando digo “Dios es bueno y está en todas partes” no es porque sea inmensamente gordo. “Dios te ama” no quiere decir lo que los guerreros en campaña les hacen a los escuderos. Quiere decir que os aprecia como vuestros padres y madres; -sí, ya sé que Chuma amó a un hijo que compró, como los guerreros en campaña aman a los escuderos. Eso es Pecado y ya hablaremos de ello. A partir de hoy quiero que recordéis sólo tres cosas simples: nuestro Dios es diferente del Vuestro, nuestro Dios es mejor que el Vuestro, y a mi esposa no le gusta que ustedes la miren cuando va al baño. Cuando comprendáis esto comprenderéis los fundamentos de la salvación. Los bautizos comienzan al ocaso pero antes, como se acordó, veremos cómo desarmar, limpiar y reajustar un Martín-Henry de repetición. |
Michael Hofmann | |
SUNDAY IN PUEBLA dies amara valde I saw the same face on the bloody Jerusalem Christ in Puebla Catedral, on the `Martyr of the Revolution´, Aquiles Serdan, and the law student, Gumaro Amaro Ramirez. – The Christ la coffined in glass like Lenin. He had more than the usual five wounds, he had all the abrasions and contusions consistent with being crucified. -He must have been the work of a police artist. In 1910, the police laid siege to Serdan’s house (now the Original Museum of Mexican Revolution). It was a slow night, he hid under the floorboards for eighteen hours – there was the neat trapdoor, out of Doctor Faustus or Don Giovanni – and when he came up, crying `Don’t shoot!´ one bullet passed through his windpipe, another unhinged the top of his head. Gumaro had his life-sized picture in a colour tabloid, though his skin was white, and his blood almost black. It was said the Governor had wanted him dead. A dreadful indifference took me in the room full of Mexican tricolors – the same eagle on the same cactus chewing on the same worm- and in the room of mildly heretical old banknotes, the room with pious acrylic paintings of the siege by modern artists, the room with photographs of the march-past of 1931, and the one gallery with portraits of the Governors of Puebla, and the other with those of the Presidents of Mexico. And later too, where Christians packed the church on the site where Cortez had sacrificed Aztecs on their own altars – Christians in sweatpants, Christians rocking up in flexitimes, Christians leaping hotfoot from racing bicycles in long tight black shorts, Christians carrying 40-watt Puerto Rican briefcases… The sun shone all that day as it did most days, the young Mexicans were visibly fond of one another, and red spiky chrysanthemum blossoms were starting to appear on the other wise bare colorin trees. |
DOMINGO EN PUEBLA dies amara valde Vi el mismo rostro en el sangrante Cristo de Jerusalén de la Catedral de Puebla, en el “Mártir de la Revolución”, Aquiles Serdán, y en el estudiante de derecho Gumaro Amaro Ramírez. El Cristo yacía en un féretro de cristal como Lenin. Tenía más de las cinco heridas normales, tenía todas las contusiones y raspones que resultan de ser crucificado. -Debía de ser la obra de una artista policía. En 1910, la policía sitió la casa de Serdán (hoy en día Museo Original de la Revolución Mexicana). Fue una lenta noche, se mantuvo oculto durante dieciocho horas debajo de las duelas -había la impecable trampilla, salida del Doctor Faustus o de Don Giovanni – Y cuando por fin apareció, gritando “¡no disparen!” una bala le atravesó la tráquea y otra le dislocó la tapa de los sesos. Gumaro aparecía en una foto de tamaño natural en un tabloide a colores, pero tenía la piel blanca, y la sangre casi negra. Se decía que el gobernador pidió que lo mataran. Me sobrevino una espantosa indiferencia en la sala llena de tricolores mexicanas -la misma águila en el mismo nopal comiéndose al mismo gusano- y en la sala de viejos billetes de banco ligeramente heréticos, en la sala con devotas pinturas en acrílico de artistas modernos que representan el sitio, en la sala de fotografías del desfile de 1931, y en la galería con retratos de los gobernadores de Puebla, y en la otra con los presidentes de México. Y también después, cuando los cristianos atestaban la iglesia en el sitio donde Cortés sacrificó a los aztecas en sus propios altares. Cristianos en pants, cristianos meciéndose en horarios flexibles, cristianos bajándose de sus bicicletas de carreras en shorts negros largos y apretados, cristianos llevando portafolios puertorriqueños de 40 vatios… El sol brilló todo ese día como lo hacía casi siempre, se veía que los jóvenes mexicanos se querían entre sí, y unos puntiagudos crisantemos rojos empezaban a aparecer en los antes desnudos colorines. |
James Lasdun | |
ZOPILOTES Between two villages the rows Of agave thin to a scrub of crabgrass And red clay slung like a gaunt pelt Over a pelvis of rocks; beside a road Melting out into oiled air either end The body of a horse lies where it fell, In a rigging of entrails; plundered skull Bleaching to socketed chalk. A vulture Caged like a great black heart in its tattered hull Eases her neck out between two ribs, Twists, and croaks skyward where her mate Wheels in the blue. Before he drops She steps from the belly, preens her ruff, and chooses Assiduously, a gobbet of flesh, then hops Onto the wobbling carcass, and as he lands Jabs it into his mouth. And there, On a bed of carrion with clattering bones for springs, In a studious raptures, as if intent On probing the outer dustward limits of flesh, They couple – two scorched angels; connoisseurs Of fallenness; apostate saints of love; Fanning a black-flamed blaze with their beating wings. |
ZOPILOTES Entre dos pueblos donde las hileras de magueyes se adelgazan hasta convertirse en matorral y el barro rojo cuelga como pelleja descarnada sobre una pelvis de rocas, al borde de un camino que se diluye hacia ambos lados en un aire aceitoso, yace donde cayó el cuerpo de un caballo entre un amasijo de vísceras; el cráneo saqueado, blanqueándose hasta hacerse tepetate poroso. Una zopilote hembra, como un enorme corazón negro en la jaula de su armazón en ruinas desliza su cuello entre dos costillas, se retuerce, croa hacia el cielo donde su compañero hace círculos en el azul. Antes de que éste se deje caer ella surge del vientre, se acicala las plumas del cuello y elige, meticulosamente, un trozo de carne; después salta sobre la tambaleante carcasa, y justo cuando él aterriza se lo encaja en la boca. Y allí, en esa cama de carroña, de huesos traqueteantes que fungen de resortes, en un estilizado trance, como si intentaran explorar los límites extremos de la carne, casi su polvo, se acoplan: dos ángeles tiznados, connoisseurs de la condición caída, santos apóstatas del amor, avivando una hoguera de llamas negras con sus batientes alas. |