I1 (81) - Hua III/1 182

Die Wesenseigenschaft, die der Titel Zeitlichkeit für Erlebnisse überhaupt ausdrückt, bezeichnet nicht nur ein allgemein zu jedem einzelnen Erlebnis Gehöriges, sondern eine Erlebnisse mit Erlebnissen20 verbindende notwendige Form. Jedes wirkliche Erlebnis (wir vollziehen diese Evidenz auf Grund der klaren Intuition einer Erlebniswirklichkeit) ist notwendig ein dauerndes; und mit dieser Dauer ordnet es sich einem endlosen Kontinuum von Dauern ein --- einem erfüllten Kontinuum. Es hat notwendig25 einen allseitig unendlichen erfüllten Zeithorizont. Das sagt zugleich: es gehört einem unendlichen "Erlebnisstrom" an. Jedes einzelne Erlebnis kann, wie anfangen, so enden und damit seine Dauer abschließen, z.B. ein Erlebnis der Freude. Aber der Erlebnisstrom kann nicht anfangen und enden. Jedes Erlebnis, als 30zeitliches Sein, ist Erlebnis seines reinen Ich. Notwendig gehört dazu die Möglichkeit (die, wie wir wissen, keine leere logische Möglichkeit ist), daß das Ich auf dieses Erlebnis seinen reinen Ichblick richtet und es erfaßt als wirklich seiend, bzw. als dauernd in der phänomenologischen Zeit.
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La propiedad esencial a que el término de temporalidad da expresión relativamente a las vivencias en general, no designa sólo algo universalmente inherente a cada vivencia aislada, sino una forma necesaria de unión de unas vivencias con otras. Toda vivencia real (logramos esta evidencia sobre la base de la clara intuición de la realidad de una vivencia) es necesariamente una vivencia que dura; mediante esta duración se inserta en un continuo sin término de duraciones ---un continuo lleno. Toda vivencia tiene necesariamente un horizonte de tiempo lleno e infinito por todos lados. Esto quiere decir al mismo tiempo: toda vivencia pertenece a una "corriente de vivencias" infinita. Toda vivencia aislada puede, lo mismo que empezar, también finalizar y con esto poner término a su duración, por ejemplo, una vivencia de alegría. Pero la corriente de las vivencias no puede empezar ni finalizar. Toda vivencia, en cuanto ser temporal, es vivencia de su yo puro. Con necesidad es inherente a esto la posibilidad (que, como sabemos, no es una vacía posibilidad lógica) de que el yo dirija su mirada pura a esta vivencia y la aprehenda como realmente existente o como durando en el tiempo fenomenológico.