I2 (56g) - Hua IV 234

Was nun die Personen anbelangt, die uns in der Gesellschaft gegenüberstehen, so sind für uns ihre Leiber natürlich wie 35Umgebungsobjekte sonst anschaulich gegeben und damit in eins ihre Personalität. Aber wir finden da nicht zwei äußerlich miteinander verflochtene Sachen: Leiber und Personen. Wir [235]finden einheitliche Menschen, die mit uns verkehren, und die Leiber sind mit in der menschlichen Einheit. In ihrem anschaulichen Gehalt --- im Typischen der Leiblichkeit überhaupt, in vielen von Fall zu Fall wechselnden Besonderungen: 5des Mienenspiels, der Geste, des gesprochenen "Wortes", seines Tonfalls usw. --- drückt sich das geistige Leben der Personen, ihr Denken, Fühlen, Begehren, ihr Tun und Lassen aus. Desgleichen auch schon ihre individuelle geistige Eigenart, welche freilich im Ablauf der uns auch in ihrem Zusammenhang verständlich 10werdenden Zuständlichkeiten immer vollkommener zur Gegebenheit kommt. Alles ist hier anschaulich, wie Außenwelt und Leib so die leiblich-geistige Einheit des dort stehenden Menschen.
I2 (56g) 282 - Hua IV 234

Ahora bien, por lo que toca a las personas que nos hacen frente en la sociedad, naturalmente sus cuerpos, como los demás objetos del entorno, están para nosotros intuitivamente dados, y a una con ello su personalidad. Pero no encontramos ahí dos cosas entrelazadas una con otra exteriormente: cuerpos y personas.[235] Encontramos hombres unitarios que tienen trato con nosotros, y los cuerpos co-están en la unidad humana. En su contenido intuitivo ---en lo típico de la corporalidad en general, en muchas particularidades que cambian de caso a caso: de los gestos, de los ademanes, de las "palabras" habladas, de su acento, etc.--- se expresa la vida espiritual de las personas, su pensar, sentir, desear, su hacer y dejar de hacer. De igual modo ya también su individual índole peculiar espiritual, la cual ciertamente viene a darse cada vez más perfectamente en el transcurso de los estados que también se vuelven comprensibles para nosotros en su nexo. Todo aquí es intuitivo, tanto el mundo externo y el cuerpo como la unidad corporal-espiritual del hombre que está allí.